Al finalizar de leer este artículo tendrás claro porque es de suma importancia que controles tus problemas de estrés, y lo que te puede ocurrir en caso de no hacerlo.
Al estrés se le define como una reacción fisiológica del cuerpo que se presenta ante determinados factores externos. Se trata de una reacción positiva y saludable para el cuerpo, pero cuando se presenta de forma reiterada e intensa puede derivar en diversas patologías que pueden llegar a provocar hasta la muerte. Sí se controla a tiempo no tiene mayores consecuencias, sin embargo muchas personas, por no decir que la mayoría, minimizamos el problema, no le damos la suficiente importancia y pensamos que al paso de los días las cosas mejoraran.
La siguiente historia te puede dar una idea de que tan peligroso puede ser el estrés cuando no se atiende a tiempo.
Hace algunos años atravesé por un periodo de crisis que desencadeno en un grave problema de estrés. Esta crisis fue provocada por factores tales como dormir poco, nula actividad física, vivir todos los días problemas de intenso tráfico vehicular, y problemas en el trabajo; siento que éste último fue el que más me afectó, ya que tuve muchas diferencias con mi jefe con respecto a la forma de trabajar, normalmente todas las reuniones de trabajo terminaban en discusión, toda esta situación provocó que se incrementaran mis problemas de estrés y mi salud menguara.
Con el paso del tiempo me fui dando cuenta que, además de no dormir bien, llegaba al trabajo todo desmotivado, con ganas de no hablar con nadie, y obviamente mucho menos con mi jefe. Los comentarios y bromas de mis compañeros de trabajo me irritaban, me costaba mucho esfuerzo concentrarme en el trabajo, bajo mi rendimiento, y obviamente el trabajo se empezó a acumular.
Me volví extremadamente aprensivo, cualquier cosa me preocupaba y hacia que entrara en estados de ansiedad; las cosas llegaron a tal extremo, que muchas veces ante la más mínima discusión, sentía que las mejillas me hormigueaban y tenía la sensación de que en cualquier momento los músculos de la cara se me podían paralizar. Desafortunadamente nunca preste atención a todos estos síntomas, pensaba que lo único que me hacia falta era descansar más, y que con gozar de varios días de descanso los problemas desaparecerían. Tome varios periodos de vacaciones, me relajaba mientras no estaba en el trabajo, pero una vez que regresaba, al poco tiempo las cosas volvían a estar igual o peor.
Mis problemas de gastritis empeoraron, y por si esto no fuera suficiente, comencé a tener problemas de colitis.
Deje pasar el tiempo, hasta que llego el momento en que mi cuerpo ya no aguanto más. Ocurrió de esta manera; me preparaba para salir de trabajar, cuando de súbito me entró una gran preocupación y ansiedad y me empecé a sentir muy nervioso; nunca había experimentado una situación tan intensa como la que viví en aquel momento, sentí que algo había pasado dentro de mí, que había rebasado un límite, recuerdo muy bien que me hice la siguiente pregunta ¿ y ahora que va a ocurrir?. La respuesta vino tres días después, tuve que ser internado de emergencia en un hospital por un problema de apendicitis.
Esta historia que te acabo de contar, es real, no se trata de un invento ni mucho menos, lo hago con el fin de que tomes conciencia de las cosas. Si tienes problemas de estrés, te recomiendo que empieces a tomar cartas en el asunto, no esperes a que las cosas empeoren; puedes empezar por realizar alguna práctica de relajación, te recomiendo el ejercicio:
Actívate, es por el bien de tu cuerpo. Programa en este momento en tu celular la hora en que vas a realizar tus ejercicios de relajación. Tu salud te lo agradecerá.